Tras alcanzar nuevos máximos históricos en 2024 y romper la barrera de los $100 mil dólares, bitcoin y las criptomonedas se consolidan como pilares del futuro del ecosistema financiero global. Avances regulatorios, adopción gubernamental e institucional, desarrollo entre la industria tradicional y cripto y la inteligencia artificial, marcarán el rumbo en un 2025 que podría ser el punto de quiebre para los casos de uso de cripto. En este contexto, Bitso –la empresa de servicios financieros impulsados por cripto líder en Latinoamérica– comparte cinco predicciones para la industria en 2025:

  1. Bitcoin seguirá fortaleciéndose con una nueva temporada del “Bitcoin moment”: en 2024 los activos administrados por ETF en Bitcoin superaron el monto de activos administrados en oro, y se espera atraer a cada vez más inversionistas institucionales e incrementar la oferta de servicios y productos. Además, se pronostica que este año al menos dos países del G8 incluirán bitcoin en sus reservas, sumándose a China, EE.UU. y Reino Unido que ya tienen BTC en su balance. Sin embargo, la clara adopción por parte de los fondos de inversión más grandes del mundo, como BlackRock, y la innegable utilidad de bitcoin como un activo estratégico para resguardar el valor del dinero, hace de esta predicción una cuestión de tiempo. Por otra parte, el impulso a la industria cripto por la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU. y sus propuestas de crear una reservas estratégicas de bitcoin, aceleran el potencial de este proceso exponencialmente.
  2. Mayor claridad regulatoria derivada del cambio de administración en Estados Unidos: este 2025 será un año crucial para la industria cripto, marcado por el cambio de administración en Estados Unidos. El nuevo liderazgo podría traer un enfoque renovado hacia la regulación de activos digitales, con la posibilidad de mayor claridad legal y estándares uniformes. Esto no solo impactará al mercado estadounidense, sino que también ejercerá influencia en los marcos regulatorios de América Latina. En países como México, Brasil, Colombia y Argentina, donde el ecosistema cripto está en rápida evolución, las decisiones de Estados Unidos podrían servir como modelo o punto de referencia. Es probable que los reguladores latinoamericanos adopten medidas más claras que promuevan la innovación mientras mitigan los riesgos, fomentando un entorno más seguro para los usuarios y atrayendo inversiones globales.
  3. El crossover entre criptomonedas e inteligencia artificial: este también será el año en que las criptomonedas y la inteligencia artificial converjan de maneras más significativas. Veremos un auge en aplicaciones que aprovechan ambas tecnologías para crear soluciones innovadoras. Estas oportunidades se verán desde la optimización de mercados descentralizados a través de algoritmos avanzados, hasta el desarrollo de wallets inteligentes capaces de predecir patrones de gasto y maximizar rendimientos. Además, la inteligencia artificial jugará un papel clave en la automatización de procesos de compliance y en la prevención de fraude, fortaleciendo la confianza en los sistemas basados en blockchain. Este desarrollo no solo impulsará la adopción de criptomonedas, sino que también redefinirá su papel dentro de una economía digital más conectada e inteligente.
  4. 4. Stablecoins: El motor silencioso que transformará el mercado de divisas en 2025: las stablecoins (criptomonedas con paridad 1:1 a la moneda fiduciaria) estarán posicionadas como un pilar clave en el mercado global de divisas, y se pronostica que representarán al menos 4% del volumen global, el doble de su participación actual. Hoy, las 5 principales stablecoins generan más de $154 mil millones de dólares en transacciones diarias a nivel global, un poco más de 2% del mercado, pero su propuesta de valor es innegable: disponibilidad 24/7, transferencias casi instantáneas y tarifas significativamente más bajas en comparación con los sistemas tradicionales. Este crecimiento será impulsado, en gran parte, por la adopción institucional de stablecoins como una herramienta eficiente para pagos internacionales y liquidaciones. Por ejemplo, Bitso Business, la división B2B de Bitso, cerró el año incluyendo el manejo de aproximadamente 10% de todas las remesas de EE.UU. a México, duplicando su participación en el mercado. 
  5. La línea entre finanzas tradicionales y cripto se volverá cada vez más tenue: este año, los criptoactivos continuarán dejando atrás su estatus de activos de nicho para consolidarse como una pieza clave en los portafolios diversificados de inversión, tanto de individuos como de instituciones. Grandes bancos continuarán dando pasos significativos al integrar plataformas de trading y custodia de criptoactivos para sus clientes, respondiendo a la creciente demanda de soluciones innovadoras y más eficientes. Por su parte, las compañías de intercambio de criptomonedas también evolucionarán, expandiendo su oferta hacia nuevos instrumentos de manejo de patrimonio. Desde fondos diversificados que combinen cripto con activos tradicionales, hasta productos como cuentas de ahorro y estrategias automatizadas de inversión, harán que el acceso a cripto sea más inclusivo y práctico. En este nuevo paradigma, la línea entre ambas se irá desdibujando, transformando por completo la forma en que las personas gestionan y crecen su patrimonio.

“Este 2025 tendrá un papel clave para la consolidación del sector cripto en el mundo. Esperamos ver importantes avances en materia regulatoria en distintos países de Latinoamérica, lo que permitirá una mayor integración con el sector financiero tradicional. Además, el nuevo periodo legislativo en Colombia, sumado a un entorno político internacional renovado, son factores que podrían tener una injerencia positiva en la industria cripto hacia una adopción más amplia y definitiva. Un escenario que va a fortalecer a la tecnología blockchain y numerosos proyectos cripto, abriendo nuevas oportunidades para aquellos que ven con interés la industria y desean sumarse a esta evolución financiera”, señaló Juanita Rodríguez Kattah, Country Manager de Bitso en Colombia.