DIANA BURCO nos presenta su más reciente canción, una pieza que explora la fragilidad emocional y la belleza que puede encontrarse en el dolor. Esta colaboración con la reconocida artista argentina Miss Bolivia fusiona la esencia de la cumbia con un mensaje de empatía y fortaleza.

“Esta canción habla de esa parte rota que todos tenemos y con la que hemos aprendido a vivir. A veces, sin darnos cuenta, buscamos compañía en nuestra tristeza, alguien que nos acompañe incluso en los momentos más oscuros”, expresa la artista.

Inspirada en la cumbia argentina, la artista reconoce su impacto y evolución en la escena musical. “Llevo meses amando la cumbia argentina; tiene algo muy especial en su estructura musical, rompe con ideas preestablecidas y me hace reflexionar sobre la importancia de romperse para poder crecer”, añade.

La conexión con Miss Bolivia fue instantánea, y juntas lograron plasmar un mensaje que resuena con muchas personas. “Fue un proceso muy fluido; la fuerza que tiene ella y la que tengo yo se unieron de una forma maravillosa. También fue clave la colaboración con Alca, el productor, quien entiende la necesidad de mostrarnos frágiles, porque eso también nos hace fuertes”.

Este tema forma parte de un álbum especial que verá la luz en mayo, caracterizado por ser completamente colaborativo. “Para mí era fundamental incluir el territorio de Argentina en este proyecto. La cumbia está viviendo un momento crucial, con muchas mujeres liderando este movimiento, y Miss Bolivia es una de ellas. Me encanta cómo usa la palabra sin miedo, con fuerza, pero también con amor”, agregó la reina de las cumbiecitas elegantes.

El videoclip de la canción también marca un hito en su carrera, ya que incorpora herramientas de inteligencia artificial para crear una experiencia visual única.

Este lanzamiento es un homenaje a quienes han aprendido a ver la belleza en el dolor y han encontrado en él una forma de seguir adelante. “Las rotas y los rotos somos aquellos que entendemos el valor de la fragilidad. Sé que somos muchos y algún día nos encontraremos, sin engaños, tomándonos de la mano”.