El emprendimiento femenino es uno de los fenómenos que ha cobrado gran fuerza en América Latina durante los últimos años. De hecho, cada vez es más habitual que los países en el continente destinen sus esfuerzos en políticas que favorezcan el crecimiento de las mujeres en los ámbitos económicos y sociales.
Pese a esto, las mujeres siguen enfrentando varios obstáculos que les impiden mantener sus negocios en funcionamiento. Así quedó evidenciado en el más reciente informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) sobre educación empresarial mundial.
Cuáles son los desafíos para las mujeres emprendedoras:
El citado informe concluyó que el respaldo hacia las mujeres emprendedoras es «insuficiente», de acuerdo con los análisis realizados en 37 de las 49 economías estudiadas —incluida Colombia —. Asimismo, entre las principales problemáticas para el emprendimiento femenino se encontraron:
- Falta de financiamiento: las mujeres suelen tener dificultades para acceder a los recursos o herramientas esenciales de los mercados. Esto se refleja en menos oportunidades de contratación pública y menor acceso a las opciones de financiación de sus negocios, en comparación con los hombres.
- Escaso apoyo social: en términos prácticos, refiere a todas aquellas responsabilidades adicionales o familiares, como el cuidado de los niños o adultos mayores, los cuales dificultan que el trabajo independiente o la gestión de un negocio sea más sencilla.
- Miedo al fracaso de los negocios: este punto abarca las percepciones de las mujeres sobre la favorabilidad de su entorno para emprender. En ese sentido, poco más del 30 % de las colombianas encuestadas manifestaron que, pese a ver oportunidades para crear empresa en el país, no lo harían por miedo a fracasar.
Posibles soluciones a los desafíos para el emprendimiento femenino:
Con el objetivo de impulsar el emprendimiento femenino en Latinoamérica, el proyecto regional ‘Mujer Empresaria’ comparte algunas soluciones que podrían ayudar a afrontar los mencionados desafíos:
- Promoción de la igualdad de género en el financiamiento: implica la eliminación de sesgos de género en los procesos de préstamo y la creación de programas de financiamiento específicos para mujeres emprendedoras.
- Automatización de tareas con tecnología: una de las soluciones más contundentes en para la correcta administración financiera de los pequeños y medianos negocios es implementar un software contable en la nube. Actualmente, existen alternativas asequibles e integrales, como por ejemplo Siigo, para que las emprendedoras y empresarias puedan cumplir con sus obligaciones tributarias y así el manejo contable se pueda hacer de forma sencilla.
- Educación y capacitación: concierne a la implementación de programas orientados a cerrar las brechas de habilidades técnicas de género, lo cual les permitirá a las mujeres competir en gran variedad de industrias.
- Apoyo en conciliación laboral y familiar: los horarios flexibles, el teletrabajo y servicios de cuidado infantil asequibles son algunas de las alternativas que pueden ayudar a las mujeres a equilibrar las responsabilidades familiares con la gestión efectiva de sus negocios.
El emprendimiento en América Latina está en constante evolución y desempeña un papel esencial en las economías regionales. Pese a las problemáticas que padecen las mujeres, su contribución es cada vez más significativa en el mundo empresarial. Esto invita a reforzar las políticas estatales y abogar por un ecosistema más inclusivo en pro de las emprendedoras.