Para la mayoría de nosotros, la apariencia física afecta cómo nos vemos y sentimos y cómo nos ven los demás.
No estar satisfecho con alguna parte de la apariencia es un motivo común para decidir someterse a procedimientos estéticos. Pero para algunas personas con necesidades reconstructivas que afectan su autoimagen, su confianza y su vida misma, dichos procedimientos pueden ser una herramienta fundamental para su tratamiento. Los procedimientos reconstructivos o reparadores tienen como objetivo recuperar y restaurar la forma perdida por diferentes causas.
Comúnmente la cirugía reparadora y la cirugía estética suelen confundirse, pero hacen parte de la cirugía plástica que se encarga de la corrección de anomalías faciales y corporales mejorando imperfecciones físicas, mediante diferentes técnicas quirúrgicas. Los procedimientos reparadores o reconstructivos cumplen un objetivo tanto estético como funcional restaurando o mejorando el aspecto y la función de aquellas partes del cuerpo como consecuencia de:
- Anomalías congénitas
- Traumatismos
- Tumores
- Lesiones del movimiento facial: parálisis facial
- Postoperatorio Craneofaciales: reconstructivas y estéticas
- Resultados anómalos de tratamientos previos
- Dismorfologías faciales: frontal, palpebral, medio facial, otológicas, nariz, labios, y mandíbula.
El advenimiento de los procedimientos estéticos no quirúrgicos nos ha permitido a través de los años coadyuvar a la cirugía plástica en el manejo de los pacientes reconstructivos a través del uso de medicamentos, dispositivos y tecnologías. Precisan de conocimientos y habilidades por parte del médico especialista para poder llegar a cumplir las necesidades tanto funcionales como estéticas que requiere el paciente.
La revolución de la estética que se produjo en las últimas dos décadas, nos ha permitido, por ejemplo, usar la toxina botulínica en pacientes con parálisis facial, las tecnologías como láseres, radiofrecuencias, luces pulsadas, etc en pacientes con secuelas como cicatrices, los dispositivos como el ácido hialurónico y los bioestimuladores para remodelaciones faciales y otras innumerables patologías y condiciones reconstructivas.
Los pacientes siempre deben ser valorados y manejados de manera interdisciplinaria por los especialistas en cirugía plástica, dermatología, oftalmología, otorrinolaringología, cirugía maxilofacial y medicina estética.
Estos tratamientos estéticos en el ámbito de la reconstrucción, pueden crear una apariencia más normal y mejorar la autoestima cambiando sus vidas. “La transformación de la belleza influenciada por las emociones y entorno, comienza con la comprensión del alcance que tiene nuestro conocimiento estético para tratar los pacientes reconstructivos”
Articulo escrito por:
Hamiltón Garzón
Médico estético.
Líder en el desarrollo y realización de tratamientos médico-estéticos en Latinoamérica. Pionero de la medicina anti-envejecimiento en Colombia, profesor y conferencista